La influencia actual de los
medios masivos de comunicación en la
conducta de la población se constituye en una alerta sobre la necesidad de
indagar en los procesos que inciden en este fenómeno.
Si bien la realidad es un asunto
sumamente complejo, tratar de interpretarla con
responsabilidad la convierte en
un asunto doblemente dificultoso. Justamente
este es el trabajo de un
periodista que ejerce su profesión de manera crítica y profesional, mucho más
si nos enfocamos a periodistas radialistas, quienes mayormente son escuchados
debido a su característica de
inmediatez.
La censura y la desinformación no
tienen cabida en este tipo de periodismo. La información llega para todos
alimentando la capacidad crítica de sus oyentes. Por tanto, la
retroalimentación constante se vuelve fundamental, pues es algo que nos compete
a todos y mucho mas ahora con la interactividad digital (audio 2); pues en los en los
últimos años hemos visto cómo el poder
de los medios de comunicación ha crecido
de forma sorpréndete. Mientras los deberes de informar e instruir
son cada vez más propensos a su deformación y el escucha espera y no
encuentra la historia que
quiere oír, no solo para informarse sino para entretenerse y aprender, los
hombres y mujeres de radio deben ser más críticos y más hacedores de arte cada
día con una amplia base teórica que alimente una señal más acabada cuando la
amenaza de otros medios y
tecnologías es evidente. Hay que sembrar ya una nueva radio. Una radio que
tenga la camiseta de responsabilidad y ética, respaldada por las necesidades
que busca la población y no una entidad o un grupo económico.
Se entiende por Ética periodística a la
definición teórica y aplicación práctica permanente y obligatoria de normas
conductuales y de procedimiento que deben observar los miembros de la Orden para que su actuación profesional sea
correcta y socialmente útil; pues en su calidad de orientadores de la opinión
pública, los periodistas y los medios tienen la responsabilidad de informar
verazmente acerca de los hechos, las opiniones y actuaciones de los distintos
actores sociales y sus consecuencias. Es decir, los periodistas y los medios de
comunicación social juegan el papel de mediadores entre la realidad y los
receptores del mensaje que entregan.
Si bien la realidad es un asunto
sumamente complejo, tratar de interpretarla con
responsabilidad la convierte en
un asunto doblemente dificultoso. Justamente
este es el trabajo de un
periodista que ejerce su profesión de manera crítica y profesional, así como lo
define Antonio Moltó, director del Instituto Internacional de Periodismo José
Martí, durante la gala de graduación expresó: “… el periodismo es eso, la sorpresa de todos los días y la capacidad que
uno tenga para asombrarse de lo que otros tengan… asumiendo que el periodismo
nos prepara para la vida y prepara para la vida a los demás, que el periodismo
nos prepara como al atleta para las marchas difíciles en la que solo sobreviven
aquellos que están más aptos y entre los aptos hay que incluir como primera
condición a aquellos que tienen mayor preparación cultural, técnica,
profesional y por supuesto, ética, moral, patriótica…”
La libertad de expresión es uno
de los derechos naturales del hombre, de los ciudadanos y es de carácter
universal; por ello, es también una de las garantías individuales que cada uno
como persona puede tener, sin embargo no significa expresar sin ton ni son, es
un derecho lleno de responsabilidades y trampas pantanosas en el camino. Bien
dice RAÚL RIVADENERIA, para que el
periodista pueda cumplir plena y libremente su misión de servicio, es necesario
que se forma integralmente: en el conocimiento de las ciencias y técnicas de la
información, en la cultura universal y
en la teoría y práctica de la ética; requiere de una sólida formación
intelectual y moral.
Asi como AURORA LABIO BERNAL nos muestra una
situación en la que se encuentran los periodistas en España , la docente FLOR
de la USAT nos da una breve radiografía
actual que muestran nuestros periodistas radiales a nivel de nuestro
departamento de Lambayeque (audio1)
Desde la perspectiva de la comunicación,
la humanidad vive su cuarta o tal vez su quinta revolución .Lo cual es posible
definir con nitidez ya en pleno S-XXI, con los avances y numerosas
modificaciones de las tecnologías en al aspecto comunicativo; su alcance se ha
convertido en infinito pero; las presiones sociales se acrecientan cada vez
mas y obligan a controlar el canal de comunicación que se
utiliza para poder informar.
El escritor norteamericano DAN LUCY fundamenta estas presiones a
través de la ley del embudo , explicando que son las grandes grupo de poder
económico, los que ocupan la parte angosta de embudo y son los demás pobladores
del planeta los que ocupan la parte sobrante
oyentes, lectores y espectadores pasivos de sus mensajes . En conclusión
no existe siquiera comunicación.
Acostumbrados a permanecer como
entes pasivos en lo que nos rodea, nos conformamos con recibir bombardeos
comerciales “informativos”. ¿Dónde está el verdadero periodismo? Cambiamos el
canal, hojeamos algunos periódicos, “oímos” la radio y encontramos nada más que
una parte ya digerida de lo que supuestamente pasa afuera, pues en virtud de
criterios políticos y económicos inevitablemente ha nacido la manipulación, la
pérdida del trabajo y los asesinatos de periodistas que quisieron luchar por
principios de objetividad y libertad de prensa.
Sin embargo el problema radica en eso, en
esperar recibir. El mundo real está ahí afuera, y necesita de todas y todos
nosotros para descubrirlo. El Periodismo Auténtico se centra en eso. En
destapar las cloacas de la información y en romper ese cerco mediático que
elimina al de abajo.
El deber moral del perfeccionamiento corresponde
a los empresarios periodísticos, a los dirigentes gremiales, pero, sobre todo,
a cada periodista en forma individual. Cada informador, como individuo, tiene
la responsabilidad moral de educarse sobre su propia disciplina; pues es escasa
la herencia que puede dejar un verdadero periodista de cualquier parte del
mundo, dedicado a la actualidad, al comentario vigente, entreverado en la
pasión política, etc. , asi como nos los muestran la lectura de la experiencia
radial en la caída Mahuad. Por tanto cabe recordar que la fuerza de la radio
debe ser utilizada para convocar a la población a comprender mejor el
rol dinámico y consciente que les corresponde desempeñar en este anhelo
por superar el subdesarrollo.
AUDIO 1:
AUDIO2
POR: LISBETH MONTOYA
ESTUDIANTE DE LA EPCCOM